Viniendo de fracasos como Black Adam y Shazam: La Furia de los Dioses. A demás de una completa reestructuración en los directivos de Warner/DC. Llega a salas de cine, The Flash la película que prometía ser el cierre apoteósico del DCEU.
The Flash es una película estadounidense de superhéroes basada en el personaje homónimo de DC Comics. Producida por DC Studios, The Disco Factory y Double Dream y distribuida por Warner Bros. Pictures, pretende ser la decimotercera película del Universo extendido de DC (DCEU).
Sinopsis
Los universos chocan en The Flash cuando Barry usa sus superpoderes para viajar en el tiempo y cambiar los eventos del pasado. Pero cuando su intento de salvar a su familia altera el futuro sin darse cuenta, Barry queda atrapado en una realidad en la que el general Zod ha regresado amenazando con la aniquilación, y no hay superhéroes a los que recurrir; a menos que Barry pueda sacar de su retiro a un Batman muy diferente y rescatar a un kryptoniano encarcelado… aunque no al que está buscando. Para salvar el mundo en el que se encuentra y regresar al futuro que conoce, la única esperanza de Barry es correr por su vida. Pero, ¿será suficiente hacer el último sacrificio para reiniciar el universo?
Un inicio nostálgico
Si en algo funciona esta cinta, es en darle completa importancia a su protagonista. Teniendo la tragedia de la familia Allen como eje central, que será el detonante de otra historia multiversal.
La cinta comienza mostrándonos un pequeño guiño a como La Liga de La Justicia sigue operando en el mundo. Con la ultima aparición de Ben Affleck como Batman y Gal Gadot como Wonder Woman. Un lindo gesto del director para despedirnos por ultima vez de estos queridos personajes.
Es bueno resaltar la épica dirección que tiene Muschietti con Batfleck y nos deja muy en claro que Batman es el mejor en persecusiones automovilísticas.
Mientras todo esto pasa, tenemos a un Flash (Ezra Miller) que intenta nivelar su vida superheroíca con la de ser un investigador criminalístico. Al borde de ser despedido y ser tratado como la “mascota” de La Liga, Barry debe enfrentarse a la dura realidad de que su padre sigue preso.
Con una audiencia de apelación por llevarse pronto, Barry se siente presionado por liberar a su padre y probar su inocencia. En esta situación tan angustiante, él se ve obligado a buscar una forma de volver en el tiempo. Forzando sus poderes al limite, logra encontrar un espacio adimensional donde podrá viajar en el tiempo.
Y es ahí donde esta historia nos presenta oficialmente el multiverso de DC.
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Es porque Flash lo ve así…
La excusa del director para justificar los horribles efectos CGI de su película. Con un primer acto bastante bueno, es difícil creer que para cuando entramos en los viajes temporales todo se vea como juego barato de PS3.
¿Presupuesto? ¿Falta de tiempo? ¿Regrabaciones? cualquiera que haya sido la razón, fue el peor error que pudo haberle pasado a esta cinta.
En el afán del director por crear escenas creativas en medio de escenas de acción o super velocidad, termina sacrificando la calidad visual de las mismas. Se agradece la intención, pero al final el resultado termina pasándole factura a toda la película.
No puedes disfrutar la epicidad del momento cuando ves a Flash sacando su cabeza por un portal al puro estilo del hijo de Heimdall en Love & Thunder, Nefasto.
Buenas actuaciones, pésima resolución
Otro pilar que sostiene la película es las magnificas interpretaciones de actores como Michael Keaton y Sasha Calle. Es imposible no emocionarse viendo al Batman de Tim Burton resurgir otra vez. Y Sasha como Supergirl es icónica al instante, su presencia impone y su belleza enamora.
Se roban la pantalla en cada escena que salen, lamentablemente todo esto se ve opacado por un tercer acto interrumpido y anticlimático. Esto por la mera necesidad de encajar un fanservice de cameos, que si emocionan pero terminan siendo intrascendentes en una trama que se suponía, trataba sobre la tragedia familiar de los Allen.
Conclusión
The Flash es una muy entretenida película de superhéroes, que priorizo la creatividad por la calidad. Con un inicio digno de las mejores películas de DC pero con una resolución totalmente anticlimática y ridícula. Y así termina el DCEU, con el sonido de un suspiro frustrante y el sueño de que alguna vez DC pueda tener un universo cinematográfico digno de sus historias.
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