La preocupación crece en la capital cruceña debido al reciente deterioro de la calidad del aire, que ha alcanzado niveles críticos. El Índice de la Calidad del Aire (ICA) registrado este martes ascendió a 158 microgramos por metro cúbico (m3), clasificado como “muy mala” en la escala del ICA, que comprende cinco categorías: buena, regular, mala, muy mala y extremadamente mala.
Este repentino empeoramiento en la calidad del aire contrasta con los niveles moderados que se observaron días anteriores. Desde el domingo, se ha observado un incremento progresivo: el domingo registró un ICA de 61, dentro del rango “regular”. El lunes, este índice se elevó a 79, aún en la categoría “regular”, pero el martes dio un alarmante salto hacia la clasificación de “muy mala”.
La Secretaría Municipal de Medio Ambiente ha señalado que los incendios forestales que azotan el departamento de Santa Cruz son el principal factor detrás de este deterioro en la calidad del aire. Según informes de la Gobernación cruceña, los incendios forestales se han propagado a 13 áreas, afectando a 7 municipios y devastando más de 300 mil hectáreas.
La exposición a niveles tan altos de contaminación atmosférica representa un riesgo significativo para la salud pública, especialmente para grupos vulnerables como niños, mujeres embarazadas, adultos mayores y personas con afecciones respiratorias. Los efectos adversos de la contaminación incluyen alergias, conjuntivitis, enfermedades respiratorias, irritación en los ojos, nariz y garganta, así como complicaciones cardíacas.
Conscientes de la gravedad de la situación, las autoridades sanitarias han recomendado a las personas en riesgo evitar las actividades al aire libre o, en caso de ser necesario, hacerlo usando gafas protectoras y mascarillas.
El deterioro repentino de la calidad del aire no solo representa una amenaza para la salud de la población, sino que también resalta la urgencia de tomar medidas más efectivas para controlar y mitigar los incendios forestales en la región. La colaboración entre entidades gubernamentales, grupos de conservación y la sociedad en general se vuelve fundamental para abordar esta crisis ambiental que impacta directamente en la calidad de vida de los habitantes de Santa Cruz.
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