debate presidencial argentina 2023
Vista general ayer del Debate Presidencial 2023, en Santiago del Estero (Argentina). EFE/Tomás Cuesta/Pool

En el reciente debate presidencial que tuvo lugar en Argentina, Javier Milei, el candidato libertario, lanzó dos preguntas clave a Patricia Bullrich, la candidata de Juntos por el Cambio, en un intento de resaltar las diferencias en sus conocimientos económicos. Las preguntas se centraron en las Leliq, o “Letras de Liquidez”, emitidas por el Banco Central de Argentina.

Las Leliq, un componente aparentemente técnico de la economía, son un tema de relevancia crítica en el actual panorama económico del país. Milei buscó exhibir el escaso manejo de conceptos económicos de Bullrich, quien, en lugar de abordar directamente la pregunta, reiteró su libreto de orden y equilibrio fiscal como respuesta a los desafíos de la inflación.

La paradoja en esta situación radica en que las Leliq representan el principal obstáculo para la dolarización, una de las propuestas económicas de Milei. Por lo tanto, sería lógico que él proporcionará una solución o enfoque para lidiar con este problema. En cambio, durante el debate, Milei optó por interrogar a Bullrich sobre cómo abordaría las Leliq, lo que podría haber sido una cuestión más pertinente para Sergio Massa, el ministro de un gobierno que, en 46 meses, aumentó significativamente esta deuda “cuasifiscal”, llamada así por no ser un pasivo del Tesoro, sino del Banco Central (BCRA). Más precisamente, las Leliq se consideran un “pasivo remunerado” en comparación con la base monetaria, que es un “pasivo no remunerado” emitido sin pagar intereses. De hecho, Milei destacó que las Leliq ya triplican la base monetaria.

¿Qué son las Leliq?

Las Leliq, abreviatura de “Letras de Liquidez“, son promesas de pago emitidas por el Banco Central de Argentina dirigidas a los bancos con el fin de regular la liquidez del sistema financiero y controlar la emisión de dinero. En lugar de permitir que los bancos circulen ese dinero, el Banco Central paga a los bancos una “tasa de política monetaria”, actualmente del 118% anual, para que mantengan sus fondos en Leliq y otros instrumentos de política monetaria. Esto actúa como una especie de “represa” para evitar que la liquidez inunde la economía, lo que podría resultar en una mayor inflación y devaluación.

Las Leliq tienen cierta similitud con los “depósitos indisponibles” que el Banco Central utilizó en los años 80 antes de la hiperinflación de 1989. En ese momento, los bancos estaban prohibidos de prestar esos fondos a cambio de tasas de interés.

Javier Milei planteó la pregunta sobre las Leliqs a Patricia Bullrich en dos ocasiones Tomas Cuesta/Pool via REUTERS

El origen de las Leliq: codicia vs. miedo

Las Leliq surgieron a raíz de una crisis en 2002 cuando el dólar estaba en aumento y amenazaba con desencadenar una nueva hiperinflación. El entonces presidente del Banco Central, Mario Blejer, creía que la única forma de contrarrestar el miedo al colapso del peso argentino era a través de la codicia. Por lo tanto, lanzó las “Letras del Banco Central” o Lebacs, ofreciendo tasas de interés superiores al 100% anual para incentivar la tenencia de pesos. Este enfoque fue efectivo y ayudó a contener el aumento del dólar.

Sin embargo, a lo largo de los años, la deuda asociada a estas letras aumentó considerablemente, especialmente durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner. Cuando Mauricio Macri asumió el cargo en 2015, la deuda ya había crecido en un 5,574%. Durante la gestión de Macri, los “pasivos remunerados” continuaron aumentando debido a las tasas de interés extremadamente altas utilizadas para combatir la inflación.

Con la llegada del gobierno de Alberto Fernández, se prometió aumentar las jubilaciones con los intereses generados por las Leliq. Sin embargo, esto no se materializó, y la masa de Leliq siguió creciendo.

Para septiembre de 2023, los “pasivos remunerados” del Banco Central habían superado los 22 billones de pesos, lo que implica un aumento constante y sustancial. Esta deuda es un desafío crucial para cualquier plan económico y, en particular, para una posible dolarización de la economía argentina, ya que rescatar la deuda del Banco Central requeriría una inversión significativa de dólares.

El Banco Central, cuya responsabilidad es preservar el valor de la moneda, se encuentra en una posición delicada y podría enfrentar el riesgo de hiperinflación si intenta cancelar esta deuda. La pregunta que Milei planteó a Bullrich sobre las Leliq es relevante para todos los candidatos y representa uno de los desafíos económicos más apremiantes que enfrenta Argentina en la actualidad. La resolución de este problema será crucial para la estabilidad económica y la dirección futura del país.