Proyecto Soledad, Diana Meril y la ambivalencia de una ruptura amorosa

Proyecto Soledad regresa a sus raíces musicales y nos presenta una canción completamente acústica llena de melancolía, aunada a la increíble voz de Diana Meril, donde ambos talentos convergen en “Lo Mejor”, un sencillo que juega con la ambivalencia de terminar una relación amorosa.

Juan Luis Pérez, vocalista de Proyecto Soledad, escribió esta canción al enterarse que una de sus ex parejas más formales se había casado, situación que lo inspiró a componer esta pieza con una letra melancólica que juega con la idea y el significado de “lo mejor”, aplicado al fin de una relación, pues puede terminar siendo ‘lo mejor’ para una de las partes y lo peor para la otra. Intrigado por el hecho de que muchas veces en la vida cuando alguien gana, alguien más tiene que perder.

Diana Meril, originaria de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, se suma a esta canción con su increíble voz y talento lírico al escribir una parte donde responde directamente a la primera, jugando de igual manera con el mismo concepto, diciendo que en ocasiones se puede extrañar a personas que quisimos mucho, pero que no aportaron nada a nuestra vida y, a pesar de llegar a sentir esa nostalgia, debemos hacer ‘lo mejor’ para nosotros mismos, por más que duela y aunque no sea lo mejor para la otra persona.

Al escucharla, nos encontramos de nuevo con un artista solitario, tocando únicamente la guitarra acústica con un sonido sencillo, triste y crudo, mismo que nos recuerda a sus primeros trabajos, sobre todo al EP “Latidos De Un Corazón Roto”, siendo prácticamente una continuación directa de dicho material.

Proyecto Soledad es una banda de rock radicada en Morelia, Michoacán formada por Juan Luis Pérez en el 2017, inicialmente como un proyecto solista acústico. En ese mismo año, Juan Luis fundó el sello discográfico y colectivo artístico Trapeando Lágrimas. Con influencias en el emo, el sadcore, la anti-música y otros géneros que tampoco existen, Proyecto Soledad ha venido cantando sobre temas de los que la gente prefiere no hablar, con una visión muy cruda y pesimista de la vida.