El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, visitó este sábado ciudades del frente sur devastadas por la ofensiva rusa, que en las últimas semanas se intensificó en el este, donde se libran «feroces combates».
El mandatario ucraniano, que rara vez salió de Kiev desde la invasión rusa el 24 de febrero, visitó Mikolaiv, cerca del mar Negro, y se reunió con militares en la región vecina de Odesa.
Después de la tentativa fallida de ocupar Kiev, la capital del país, las fuerzas rusas centraron su ofensiva en el este y el sur de Ucrania.
«Es importante que ustedes estén con vida. Mientras vivan, hay un fuerte muro ucraniano que protege a nuestro país», dijo Zelenski a los soldados desplegados en Odesa.
«Quiero darles las gracias en nombre del pueblo de Ucrania, de nuestro Estado, por el gran trabajo que están haciendo, por su impecable servicio», agregó.
En Mikolaiv, Zelenski inspeccionó un edificio de la administración regional muy dañado por los bombardeos y mantuvo reuniones con funcionarios locales, según un vídeo difundido por la Presidencia.
Esta ciudad portuaria e industrial, de cerca de medio millón de habitantes antes de la guerra, sería una conquista importante para las tropas rusas, por hallarse en la ruta que conduce a Odesa, el principal puerto de Ucrania, 130 km al suroeste.
«Lo estamos abandonando todo»
Pero los combates más intensos se libran desde hace semanas el la cuenca minera del Donbás (este), dominada ya parcialmente desde 2014 por separatistas prorrusos.
«Hay una expresión: prepárate para lo peor y lo mejor llegará por sí solo», dijo en entrevista con la AFP el gobernador de la región de Lugansk, Serguéi Gaidai.
«Desde luego, tenemos que prepararnos»
Vistiendo un chaleco antibalas y portando cartuchos y un torniquete, reconoció que las fuerzas rusas «están bombardeando las posiciones de nuestras tropas 24 horas al día».
Más temprano, el gobernador reportó más «destrucción» en la planta química de Azot, donde hay 568 personas refugiadas, incluidos 38 niños.
Gaidai también dio parte de combates «difíciles» en Toshkivska y Zolote y explicó que la ciudad de Lysychansk, separada de Severodonetsk por un río, está siendo «duramente bombardeada».
«Lo estamos abandonando todo y yéndonos. Nadie puede sobrevivir a semejante ataque», dijo la maestra Alla Bor, que preparaba su partida junto a su yerno Volodimir y su nieto de 14 años.
«Dejamos la casa. Le dejamos comida a nuestro perro. Es inhumano pero ¿qué más puedes hacer?».
En el enclave separatista de Donetsk, las autoridades prorrusas dieron parte por su lado de bombardeos ucranianos, que dejaron 5 muertos y 12 heridos.
La televisión estatal rusa difundió el viernes videos que muestran a dos veteranos estadounidenses -Alexander Drueke y Andy Huynh- que se habían alistado en el ejército ucraniano capturados por las fuerzas de Moscú.
Para luchar contra las tropas rusas, Zelenski pide que se acelere la entrega de armas de parte de occidente.
Ucrania cuenta en todo caso con una rápida llegada de esas armas para pasar a la contraofensiva y, mientras ello no ocurra, descarta una eventual reanudación de las negociaciones.
«Un acuerdo mínimo (para llegar a las negociaciones) sería que los hiciéramos retroceder o que [los rusos] volvieran voluntariamente a las posiciones que ocupaban antes del 24 de febrero», dijo el jefe del equipo negociador ucraniano, David Arajamia, a la rama local de la radio estadounidense Voice of America.
Impactos globales
La guerra en Ucrania tiene un impacto global, debido al bloqueo de puertos ucranianos por donde salen cereales para medio mundo y a la reducción de entregas de gas ruso a Europa.
Los precios de la energía y los alimentos en todo el mundo se dispararon y Kiev se niega a retirar las minas del puerto de Odesa, por temor a un desembarco militar ruso.
Si los granos siguen bloqueados, se podría producir «una catástrofe alimentaria mundial», advirtió el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
El presidente ruso, Vladimir Putin, negó el viernes que la invasión rusa fuera la causa de la inflación mundial o de la escasez de cereales y las achacó a los «errores sistémicos» de los países occidentales.
Putin lanzó la invasión de Ucrania con el objetivo de «desnazificar y desmilitarizar» un país que se estaba acercando demasiado a Occidente.
El viernes, la Comisión Europea recomendó otorgar a Ucrania el estatuto de candidato a la UE, que debatirá el asunto la semana entrante en Brusela.
Putin afirmo sin embargo que no tenía «nada en contra» de ea adhesión, dado que «a diferencia de la OTAN, la UE no es una alianza militar».
Así y todo, consideró que si Ucrania es admitida en la UE, «se convertirá en una semicolonia» de los países occidentales.
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